Y es que la vida se nos escapa, a veces parece cruel. Una cabalgata llena de carricoches de rutina, de colores y grises y monigotes con cara de coliflor pocha.
Desde que te levantas hasta que te vas a la cama, seguimos un horario... ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cómo has llegado a instalarte en mi día a día? No digamos más si tienes palomitos pequeños, apaga y vámonos!!
Ellos necesitan un horario, una rutina, unos hábitos. Sí. Según los entendidos les aporta seguridad y se sienten más tranquilos en su ambiente, por no hablar de su equilibrio emocional y la construcción de su personalidad.
Que no lo digo yo, ehm!!
A mí me gusta tener un horario, trabajo desde casa y me organizo mejor y por mis palomitos lo hago con mucho gusto. Pero de vez en cuando el ser humano necesita una vía de escape, un: "hasta luego Mari Carmen!!" y la rutina muchas veces no te deja escapar.
Por esto mismo, prográmate una cena con tu maromo un miércoles aunque el se tenga que levantar a las 6 el día siguiente. Por ti, por los dos, seguro que está dispuesto y los niños se los dejas a tu suegra, que sólo van a ser tres horas!!!!
Cuando se acuesten los peques, pon tu serie favorita, aunque la hayas visto mil veces (os lo dice una que de eso sabe mucho), haz palomitas y abre tu botella de vino preferido.
Date un paseo con tu familia, que los niños vayan en bicis o patinetes o triciclos y habla con tu maromo mientras que con un ojo vigilas por donde van tus palomitos. Tened esos momentos, en serio.
Prepárate un baño espumoso con velas de 15 minutos o hasta que te pongas como un garbanzo.
Lo importante es dejar que HOY te pase algo NUEVO!!
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